Siglo XVI (fecha sin determinar): Hermanos de la Sacramental de la Parroquia de Omnium Sanctorum forman la Hermandad de la Sagrada Cena.

Presentación de las reglas que son aprobadas el 14 de diciembre de 1580.

En la collación de San Bartolomé, se erige la Hermandad de la Virgen de Soterraña o Nuestra Señora del Subterráneo, que tenía su veneración en la parroquia de San Nicolás de Bari.

La Virgen del Subterráneo se traslada al Hospital de San Lázaro y forma Hermandad con el Cristo Humillado.

La Hermandad de la Sagrada Cena se une a la del Cristo Humillado en la Iglesia de San Basilio, formando la actual cofradía y adquiriendo capilla propia en dicho templo.

La Hermandad sufre la pérdida de la casi totalidad de sus enseres en los sucesos de la desamortización de Mendizábal, radicando en la Iglesia de San Basilio.

La Hermandad sufre la pérdida de la casi totalidad de sus enseres en Omnium Sanctorum por saqueos e incendio originado por los acontecimientos políticos de aquellas fechas y se traslada a la Iglesia de Nuestra Señora de Consolación (Vulgo de los Terceros).

La Sagrada Cena está representada por la imagen de Jesús de Sebastián Santos Rojas, rodeado de sus discípulos en el momento culminante de la Institución del Sacramento de la Eucaristía. La Imagen es de una gran dignidad iconográfica (año 1955) y el apostolado de Luis Ortega Bru.

La Hermandad se traslada a la Iglesia de la Misericordia, sita en la Plaza de Zurbarán.

La Hermandad se traslada de nuevo a la Iglesia de Nuestra Señora de Consolación, donde radica actualmente, tras haberle concedido el Cardenal Bueno Monreal el uso y administración de la iglesia.

El Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia es de autor desconocido, del siglo XVI, y espera humildemente el momento de su crucifixión. En el año 1973 se construye el canasto y la parihuela por Manuel Guzmán Bejarano.

1992-1993: Se termina su talla en el mismo estilo, poniéndole un nuevo sobre canasto, nuevas cresterías y respiraderos, de Juan Mayorga, carpintería de Francisco Bailac, cuatro evangelistas en las esquinas y monte tallado por Antonio Fernández Enríquez y Mario Fernández, cuatro ángeles pasionistas de Fernando Castejón, la orfebrería es de Manuel de los Ríos Navarro.