Se constituye en Ávila la Cofradía de Ánimas, a instancias de los Reyes Católicos y bajo la solicitud del Cardenal Cisneros, con el objetivo de preservar la pureza de la fe cristiana. Como resultado, los patronos y cofrades de la Hermandad de Santa María Magdalena se titulan como Cofrades de Nuestra Señora de la Concepción, y la imagen de la Purísima Concepción de Nuestra Señora preside el altar de su Capilla Mayor.