La peste asola Sevilla y se habilitan plazas públicas como cementerios. Se coloca una "Cruz de Hierro" en la de Caño Quebrado y se le rinde culto por los fieles difuntos.

Los parientes de los finados y vecinos devotos instituyen una Hermandad en honor de la Santa Cruz. Francisco Sánchez encabeza un grupo de veintiocho personas que ordenan unas Reglas de trece capítulos y se dispone celebrar todos los años una función a la Santa Cruz. Las Reglas son aprobadas el 13 de septiembre por Don Diego del Castillo, Provisor del Arzobispado y por la Notaría de Don Diego de Guzmán.

La Cruz de Hierro es retirada de su enclave y llevada en procesión a la Iglesia de Monte-Sión.

En la noche del dos de mayo, la Cruz es trasladada a la Iglesia del suprimido Convento de las Monjas de la Concepción, junto a San Juan de la Palma.

La Hermandad agrega al culto de la Santa Cruz el de la Purísima Virgen María y se constituye como Cofradía de Penitencia para hacer Estación en la S.I.C. en las tardes del Viernes Santo.

La Cofradía se traslada a la Iglesia de San Buenaventura y se encomienda la talla de la Imagen Dolorosa al profesor Don Gabriel Astorga.

La Imagen Dolorosa se bendice en solemne función el Viernes de Dolores y hace su primera estación de penitencia al año siguiente.

El escultor Don Manuel Cerquera talla la devotísima efigie de Jesús Crucificado advocado de la SALVACIÓN.

Se utiliza la fiel reproducción de la Cruz de Guía Procesional que sigue siendo utilizada en la actualidad.

Se realiza la diadema de oro de la Santísima Virgen de la Soledad, obra de Emilio García Armenta.

1957-1979: Se realiza el único "paso" de la cofradía, que es de caoba y plata, de estilo renacentista, diseñado por Emilio García Armenta que realizó su frontal, obra que remató Manuel Domínguez. Va iluminado por candelabros de guardabrisas de Manuel Guzmán Bejarano, con ángeles querubines de Rafael Barbero Medina.

Se incluye la devotísima efigie de Jesús Crucificado advocado de la SALVACIÓN, por concesión de su Señoría Ilustrísimo el Señor Vicario General del Arzobispado de Sevilla.

Enero de 1968: La Santa Cruz es trasladada al altar de la Cofradía en el templo de San Pedro.

La Santísima Virgen de la Soledad estrena su manto de terciopelo azul-noche bordado en oro por las monjas del Convento de Santa Isabel con diseño de Manuel Domínguez.