Finales de la década de 1920: Primeros intentos de fundación de una hermandad en torno a la imagen del Cristo de la Defensión. El Cristo se encuentra en la Iglesia del antiguo Convento de Capuchinos, que se ha convertido en Hospicio Provincial dependiente de la Diputación. Sin embargo, la Diputación niega el permiso para la constitución de la hermandad en este momento.

La Orden Capuchina regresa a su Templo, donde se encuentra el Cristo de la Defensión.

Se hace un nuevo intento de constituir una hermandad bajo la advocación del Cristo de la Defensión, pero no se materializa debido a la negativa del Guardián del convento capuchino, Fr. Jerónimo de Málaga. Argumenta "la extremada juventud" de los cofrades y la falta de espacio, ya que los capuchinos solo tienen un pequeño oratorio.

6 de julio: El Ilmo. Sr. Vicario General del Arzobispado de Sevilla, D. Emilio Aguilar, firma el decreto de erección canónica de la hermandad en torno al Cristo de la Defensión.

30 de octubre: Se aprueban los Estatutos de la hermandad y se nombra la primera junta rectora y organizadora.