Roma y Asís
5 días / 4 noches | Visitarás: Roma - Asís - Ciudad del Vaticano
Inicie su peregrinación personal siguiendo la ruta de San Francisco de Asís, el patrón de los humildes y los ecologistas, y sumérjase en la tranquilidad de la Basílica que alberga su tumba. Este viaje no es solo un recorrido por lugares sagrados, sino una inmersión en la vida de un santo que predicó con el ejemplo, viviendo en simplicidad y armonía con la naturaleza y la humanidad.
Asís: un refugio de paz
Asís, una joya incrustada en las colinas de Umbría, es un refugio de serenidad. La Basílica de San Francisco se erige como un monumento a la devoción y al arte, con frescos que narran la vida del santo y su legado de amor y compasión. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse, invitando a los peregrinos a la reflexión y la oración.
Roma: un legado vivo
La Ciudad Eterna, Roma, le espera con su rica tapezca de historia y espiritualidad. Cada piedra y cada calle cuenta una historia, desde la gloria del Imperio Romano hasta el nacimiento y la difusión del cristianismo. El Coliseo, testigo de la valentía y el drama, el Foro Romano, centro neurálgico de la antigua vida pública, y el Panteón de Agripa, con su arquitectura celestial, son solo algunos de los hitos que encontrará en su camino.
Monumentos que narran historias
El Arco de Constantino celebra la victoria y la conversión, mientras que el Castillo Sant’Angelo, con su imponente presencia, custodia los secretos de papas y prisioneros. La Plaza de España, con su elegante escalinata, ofrece un lugar para contemplar la belleza de Roma, y la Fontana di Trevi, con sus aguas cristalinas, invita a lanzar una moneda y hacer un deseo.
Vaticano: corazón de la fe
Y en el corazón de esta peregrinación, la Basílica de San Pedro en el Vaticano se alza como un faro de esperanza y unidad. Este es el lugar donde los fieles de todo el mundo se reúnen para celebrar su fe, y donde el Papa imparte su sabiduría y bendiciones.
Este viaje es una oportunidad para conectar con la historia, profundizar en la fe y experimentar la belleza que ha inspirado a generaciones. Roma no es solo un destino; es una experiencia que transforma, que lleva a los peregrinos a través de un viaje en el tiempo y en el espíritu. Siéntase inspirado por la grandeza del pasado y la devoción del presente en esta peregrinación única por la Ciudad Eterna y los caminos de San Francisco de Asís.