Roma, Florencia, Venecia y Asís en 11 días
11 días / 10 noches | Visitarás: Venecia - Florencia - Asís - Casia - Lanciano - San Giovanni Rotondo - Monte Cassino - Roma - Audiencia Papal
Inicie un viaje inolvidable por Italia, donde la historia y la devoción se entrelazan en cada rincón. Comience su peregrinación en Venecia, la ciudad de los canales, donde el agua y la arquitectura crean un paisaje sin igual. Después, diríjase a Asís, hogar de San Francisco, el santo que abrazó la pobreza y fundó la orden franciscana. Su Basílica, un santuario de arte y espiritualidad, guarda su tumba y atrae a fieles de todo el mundo.
Florencia: Cuna del Renacimiento
Continúe hacia Florencia, la cuna del Renacimiento, donde el Duomo se alza majestuoso con su cúpula diseñada por Brunelleschi. La ciudad es un museo al aire libre, con obras de arte que adornan cada plaza y cada iglesia.
San Giovanni Rotondo: el refugio del Padre Pío
El Monasterio de San Giovanni Rotondo, donde Padre Pío pasó gran parte de su vida, es un lugar de peregrinación y reflexión. La fe y la historia se unen en este sitio sagrado, donde los visitantes pueden venerar al santo de los estigmas.
Roma: el corazón de la historia
Finalmente, adéntrese en Roma, la Ciudad Eterna. Aquí, el pasado cobra vida en el Coliseo, donde gladiadores lucharon valientemente. El Foro Romano, centro de la vida pública en la antigua Roma, aún resuena con las voces de César y Cicerón. El Panteón de Agripa, con su perfecta cúpula, es un testimonio de la ingeniería romana. El Arco de Constantino celebra la victoria del primer emperador cristiano.
Monumentos Emblemáticos El Castillo Sant’Angelo, con su imponente estructura, ofrece vistas panorámicas de la ciudad. La Plaza de España, con su famosa escalinata, es un lugar de encuentro y belleza. La Fontana di Trevi, con sus aguas cristalinas, promete el regreso a Roma a aquellos que arrojen una moneda. Y en el corazón de la fe católica, la Basílica de San Pedro en el Vaticano se erige como un símbolo de unidad y espiritualidad.
Este viaje no es solo un recorrido por monumentos; es una experiencia transformadora que conecta al viajero con la riqueza del espíritu humano a través de los siglos. Cada paso es un descubrimiento, cada destino una revelación. Italia espera para compartir su legado con aquellos que buscan comprender la profundidad de su historia y la sinceridad de su fe.