Camino de Santiago primitivo
7 días / 6 noches | Visitarás: Lugo - A Ponte Ferreira - Melide - Arzúa - Rúa - Santiago de Compostela
El Camino de Santiago Primitivo es un viaje a través del tiempo, una ruta que nos lleva a los albores de la peregrinación a Santiago de Compostela. Su origen se remonta al siglo IX, cuando el rey Alfonso II de Asturias emprendió una travesía que cambiaría la historia y la espiritualidad de Europa.
Esta ruta, también conocida como el Camino Primitivo, conecta Oviedo con Santiago de Compostela, atravesando el interior de las regiones de Asturias y Galicia. Es la primera ruta de peregrinación a Santiago y debe su nombre a su antigüedad y a la figura del rey Alfonso II, quien, según la leyenda, fue guiado por una serie de señales celestiales hasta la tumba del Apóstol Santiago.
El Camino Primitivo es un testimonio de la devoción y la búsqueda espiritual de aquellos primeros peregrinos. A lo largo de sus aproximadamente 320 kilómetros, los caminantes se sumergen en la belleza de los paisajes asturianos, cruzando montañas, valles y bosques. Cada paso es un encuentro con la historia, con las huellas de los que caminaron antes, con las iglesias románicas y los monasterios que marcan el camino.
Uno de los momentos más significativos en esta ruta es la visita a la Catedral de Oviedo, donde los peregrinos pueden contemplar la Cámara Santa, un relicario que alberga tesoros sagrados y que ha sido un lugar de veneración desde hace más de mil años. Desde allí, el Camino se adentra en las montañas, ofreciendo vistas panorámicas y la oportunidad de reflexionar sobre la fe y la historia.
A medida que los peregrinos avanzan hacia Santiago, se encuentran con pequeñas aldeas y poblaciones que han sido testigos de innumerables historias de fe y sacrificio. Lugo, con su muralla romana, y Melide, famosa por su pulpo a la gallega, son paradas obligatorias en el camino.
Finalmente, al llegar a Santiago de Compostela, los peregrinos son recibidos por la majestuosidad de la Catedral de Santiago, donde la tumba del Apóstol Santiago espera para darles la bienvenida. Es un momento de alegría, de gratitud y de conexión con una tradición que ha perdurado durante más de mil años.
El Camino Primitivo es más que una ruta física; es un viaje interior, una oportunidad para encontrarse a uno mismo y para experimentar la comunidad de los peregrinos que comparten el mismo propósito. Es un camino que nos recuerda que, más allá de las distancias y los siglos, todos somos parte de una historia más grande, una historia que sigue viva en cada paso que damos hacia Santiago de Compostela.