La herencia Jesuita
12 días / 11 noches | Visitarás: Buenos Aires - Iguazú - Porto Alegre - Sao Paulo - Río de Janeiro
Brasil y Argentina son tierras de profunda espiritualidad y rica historia jesuíta, donde los viajeros pueden embarcarse en una peregrinación que alimenta el alma y despierta el sentido de maravilla. En Brasil, el Santuario de Nuestra Señora Aparecida se alza como el más grande del mundo, dedicado a la venerada Virgen que se ha convertido en la patrona del país. Cada año, millones de fieles se congregan aquí para rendir homenaje y buscar consuelo en su presencia sagrada.
El año 2017 marcó un hito en la historia del santuario con la celebración del Gran Jubileo, conmemorando los 300 años desde que la imagen de la Virgen fue hallada por pescadores en el río Paraíba. Este evento histórico fue honrado con palabras del Papa, quien rememoró la importancia de la Virgen en la fe de los brasileños.
Más al sur, en Argentina, la travesía continúa hacia las Cataratas de Iguazú, una de las maravillas naturales del mundo. Su imponente belleza y poder son un recordatorio de la majestuosidad de la creación. Cerca de este espectáculo natural, las Ruinas de San Ignacio y de la Encarnación se erigen como guardianes silenciosos de la historia. Estos sitios, que alguna vez fueron el hogar de misiones jesuíticas, cuentan la historia de la evangelización y el encuentro de culturas.
Las ruinas no son meros vestigios del pasado; son cápsulas del tiempo que nos permiten vislumbrar la vida y la obra de los jesuitas en América del Sur. La arquitectura, las plazas y las iglesias son testimonios de la influencia jesuíta que aún resuena en la cultura y la identidad de estas naciones.
Este viaje es una invitación a explorar no solo la belleza física de estos lugares sagrados y naturales, sino también a sumergirse en la rica tapestría de fe y tradición que los jesuitas tejieron en el tejido de Sudamérica. Es un peregrinar que promete no solo conocimiento, sino también una conexión más profunda con la historia y la espiritualidad que define a Brasil y Argentina.
Para aquellos que buscan entender la influencia jesuíta y experimentar la devoción que sigue viva en estos lugares, este viaje es una oportunidad única. Es un camino que lleva a los peregrinos a través de la belleza, la historia y la fe, un camino que sigue siendo transitado por millones cada año, y que espera por aquellos dispuestos a descubrir sus secretos y maravillas.