Ilustre y Antigua Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de la Paz, Fervorosa Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de las Misericordias, Santa María de la Antigua y Nuestra Señora de los Dolores
Datos históricos
La Hermandad de Santa Cruz se funda en el año 1904, efectuando al año siguiente su primera Estación de Penitencia. Hasta 1920 fue la única cofradía que hacía estación el Martes Santo. Puede decirse que a partir de 1.922 comienza a consolidarse la Hermandad, que con los lógicos altibajos propios de las instituciones, vive por lo general momentos de esplendor, atravesando los tiempos de la república, guerra y posguerra sin efectos contrarios importantes.
Poco a poco, la hermandad se engrandece con la incorporación de nuevos hermanos, se aumentaría el número de nazarenos, se crearía en la procesión el tramo de penitentes, y las hermanas participarían en la estación a partir de 1.947, sin vestir túnica, pero llevando un escapulario del Cristo de las Misericordias.Al fusionarse en 1968 con la Hermandad Sacramental y la de Nuestra Señora de la Paz, su antigüedad se remonta al siglo XVII.
La Imagen del Santísimo Cristo de las Misericordias, de finales del siglo XVII, es una talla magnífica atribuida a Francisco Antonio Gijón, aunque parece más probable que su ejecución fuera debida a Pedro Roldán o a su escuela. La imagen del Cristo de las Misericordias parece recoger uno de los instantes previos al último estertor, siendo opinión generalizada que su boca se encuentra en actitud de hablar, y que esto junto a su penetrante mirada perdida en lo alto, bien podría recoger el pasaje evangélico en que Jesús se dirigió al Padre preguntándole angustiosamente porqué lo había abandonado. Construida la imagen para ser contemplada en el retablo de una pequeña capilla, sus dimensiones son inferiores a la de la mayoría de los crucificados procesionales sevillanos, pues mide 167 cms. de pies a cabeza, y 145 cms., de mano a mano. La materia prima en la que fue tallada la obra es madera de ciprés, los ojos son de cristal, y los dientes de marfil.
Fotografías de Antonio Gálvez Corral