Humilde y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, María Santísima de los Dolores y Misericordia, Mayor Dolor de Nuestra Señora, San Juan Evangelista, San Bartolomé Apóstol y San Antonio María Claret
Datos históricos
Aunque existió una iniciativa de varios cofrades en el seno de una hermandad de Gloria, la de la Santa Cruz y Nuestra Señora del Rosario, de la Resolana (hoy fusionada con la cofradía penitencial del Cristo de las Aguas) en el año 1927, lo cierto es que no cabe referirse documentalmente a la fundación de esta Hermandad hasta diez años después y en un marco y circunstancias totalmente distintos.
Uno de aquellos promotores era el presbítero Francisco Terrones, que en 1935 pasa a ser coadjutor de San Marcos, donde se veneraba una imagen de Nuestra Señora de los Dolores, antigua y de valor artístico, que fue destruida en el incendio del templo en julio de 1936. En torno a ella, se reunía un grupo de jóvenes devotos con el apoyo del citado Terrones, que trataban de organizar una cofradía con el Misterio del Despojo de las Vestiduras de Cristo. Estos jóvenes eran aunados por José Laborde González, que concibió la iniciativa de revitalizar el culto a aquella advocación con la hechura de una nueva imagen, costeada por suscripción popular, que encargó a un joven artista, vecino de la collación, Antonio Perea Sánchez, que fue bendecida el 12 de diciembre de este mismo año en la capilla de los Siervos de María, que iba a constituirse en la sede canónica de la corporación. La iniciativa adquiere notable resonancia en la feligresía y se procede a convocar una reunión general donde se nombra una Junta Organizadora presidida por José Laborde Foyo, padre del fundador, desempeñando su hijo las funciones de Mayordomo. Es el 3 de abril de 1937. Se inician al mismo tiempo los primeros pasos para la redacción y presentación de las Reglas ante la Autoridad Eclesiástica, que serán aprobadas al año siguiente. Mientras tanto ya se había encargado al citado Perea Sánchez la imagen del Señor Despojado, la que, por motivos derivados de la Guerra Civil, hubo de realizar en la cárcel, donde se habilitó un pequeño taller, concluyéndose en 1939.
Fotografías de Antonio Gálvez Corral