Fundación de la Hermandad de la Virgen de los Dolores bajo la tutela de la Orden Tercera de los Padres Servitas.

Se da culto a una imagen de la Virgen de los Dolores donada por el Beneficiado y Presbítero D. Manuel de Bargas.

Aprobación de las Constituciones (Reglas) el 2 de enero por el Obispo D. Claudio Sanz y Torres, en conformidad con los decretos de aprobación eclesiásticos del año anterior mediante Bula del R.P. Prior General de la Orden de Servitas Fray Francisco Raymundo Adán, de fecha en Roma en el Convento de San Marcelo de 1 de abril de 1772.

La Hermandad afronta los avatares históricos de la ciudad, incluyendo la invasión francesa, la desamortización de bienes eclesiásticos, revoluciones e inestabilidades.

Primera salida procesional de la Hermandad en Semana Santa, incluyendo el Paseo del Príncipe (actual Paseo de Almería) en su itinerario. Hasta entonces todos los cultos de reglas tenían lugar en la Iglesia.

Desde este año, San Juan Evangelista acompaña a la Virgen en la procesión.

La Hermandad retorna a la Iglesia de Santiago tras su dilatada historia.

La Hermandad afronta los avatares históricos de la ciudad, incluyendo los enfrentamientos civiles de los años 30 del siglo XX.

Impulso renovado y carácter gremial a la Hermandad gracias al apoyo del Obispo Fray Bernardo Martínez Noval.

Década de 1930: Los enfrentamientos culminan con la quema de la Iglesia de Santiago y la mayoría de los enseres de Nuestra Señora de los Dolores. Algunos elementos, como la diadema, el manto, una saya, un corazón con siete puñales y el Niño Jesús que actualmente la acompaña a sus pies, se salvaron.

Tras la reapertura de la Iglesia de Santiago, la Hermandad vuelve definitivamente a su sede.