La talla de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad es una imagen antigua de Santa Elena de finales del siglo XVIII y anónima, procedente del convento gaditano de San Agustín. Esta imagen fue transformada a Dolorosa en el siglo XX. Esta imagen mide 1,62 m.

La talla del Santísimo Cristo Yacente es obra del escultor del Arsenal de La Carraca José Tomás de Cirartegui, según recientes averiguaciones del historiador Fernando Mosig. Este lo talló por encargo de la Hermandad de la Soledad. Posteriormente pasó a ser propiedad del presbítero D. Santiago Parodi quien a su vez la donó a la Hermandad del Santo Entierro. Presenta cabellera natural, ojos y boca entreabiertos que dejan ver dientes de marfil. Tiene una altura de 1,75 m.

En este año se funda la Real, Muy Ilustre y Venerable Hermandad Carmelitana y Antigua Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad (Santo Entierro).

Los estatutos en el año 1852 indicaban que para ser hermanos de la cofradía estos no podían tener más de 45 a 50 años; no estar enfermo ni embarazada y tener una vida arreglada y de sanas costumbres. Este artículo fue aprobado ya que la Hermandad del Santo Entierro pagaba los gastos de los entierros de los hermanos que fallecían y debido a esto estuvo a punto de desaparecer.

En un inventario la Hermandad del Santo Entierro tenía 20 vestimentas de romanos y un paso con un monte con cruz y dos escaleras, con cuatro bombas caídas de pana galoneadas y un esqueleto.

D. Alfonso Berraquero restaura la talla de la Virgen devolviéndole sus rasgos originales y añadiéndole lágrimas.

El paso de palio es de estilo barroco y realizado en alpaca plateada por los talleres de hijos de Juan Fernández. El palio, a su vez, es de los denominados “de cajón” y de terciopelo negro, enriquecido con burlones del tipo catedralicio.

La imagen de la Virgen tiene una corona y puñal elaborados en plata dorada realizadas por los talleres del orfebre sevillano Hijos de Juan Fernández.

La Hermandad tiene el titulo de “Carmelitana” por formar parte de la Familia de la Orden del Carmelo y vivir su día a día según el espíritu carmelitano. De hecho la Sede Canónica de la Hermandad del Santo Entierro se encuentra en el convento de los Carmelitas de la ciudad de San Fernando.

Se estrena el paso del Señor según un diseño de D. José Manuel Bonilla realizado en plata y madera de ébano siendo la carpintería de D. Francisco Bailac y la orfebrería de D. Jesús Domínguez Machuca. Este paso es de estilo manierista y está basado en la Urna de Santa leocadia de la Catedral de Toledo que data de 1593 y la Arqueta del Monumento del Jueves Santo del Convento de Santa Inés de Sevilla. Está iluminado con cuatro faroles de orfebrería en cada esquina y están rematados por pináculos. La Urna está rematada por un pelícano como símbolo del amor y sobre el canasto se encuentran cabezas de ángeles así como dos jarrones con flores de orfebrería y cristal de roca.

la Hermandad del Santo Entierro recupera las túnicas de ruán con las que procesionaban antiguamente. Después se le añadió al cortejo, para los nazarenos de menos edad, la túnica carmelitana.

Posee una saya "de los cardos" realizada en terciopelo negro por D. José Muñoz Moreno con bordados del siglo XVIII procedentes de una antigua casulla y de autor desconocido.

La relación de la Hermandad del Santo Entierro con el Cabildo Municipal es, desde tiempo inmemorial, muy estrecha. Esto se ha manifestado en el hecho de que, en varias ocasiones, el Gobierno Municipal haya contribuido a la restauración de la Hermandad cuando esta se ha visto inmersa en procesos de decaimiento. También la Corporación Municipal participa en la procesión, cultos y actos que organiza la Hermandad del Santo Entierro. Por estos motivos el Excmo. Ayuntamiento de San Fernando es Hermano Protector de la Hermandad del Santo Entierro desde el 29 de noviembre.