Es en el siglo XVII cuando surge una nueva procesión en la mañana del Viernes Santo, organizada por la VOT de San Francisco. Sin embargo, la labor desarrollada durante el periodo de 1820-1840 por Fray Mariano de la Concepción Luzón la llevó a su auge, siendo de madrugada y exponiendo en orden pasional los últimos momentos vividos por Cristo a través de aquellas antiguas imágenes custodiadas por los PP. Franciscanos durante siglos, germen de la actual Procesión General de Viernes Santo, organizada por la Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías de la Semana Santa de Orihuela.

La Mayordomía es quien en la actualidad asume dicha función, organizando la Procesión de Miércoles Santo por la tarde, desde el convento de San Francisco hasta el Santuario de la patrona, Ntra. Sra. de Monserrate, y participando en la Procesión General de Viernes Santo con sus tres imágenes:

• Nuestro Padre Jesús Nazareno, talla de José Sánchez Lozano (1940) portada a hombros por costaleros sobre trono de Rafael Grafiá.
• San Juan y la Dolorosa, también de Sánchez Lozano (1952 y 1944, respectivamente) sobre trono de Benedicto Martínez e Hijos.
• Santísimo Cristo de la Agonía (Francisco Salzillo, 1774) portado a hombros por costaleras y costaleros sobre trono de Hnos. Vicente.

Tradicional toque de Gemelas

Cada Miércoles Santo, al romper el alba, las Gemelas de la Orden Franciscana Seglar y Muy Ilustre Mayordomía de Nuestro Padre Jesús anuncian por las calles de Orihuela la procesión del patrón desde su capilla hasta el Santuario de la patrona, Nuestra Señora de Monserrate, interpretando los sones conocidos del Himno a Nuestro Padre Jesús, transmitido entre generaciones de forma oral y recuperado en el año 2008.
Las Gemelas son dos largas bocinas idénticas (de ahí su nombre) con un sonido muy característico muy interiorizado en el alma de los oriolanos.

Despedida del Patrón Popular de Orihuela

Considerado como uno de los actos de fe más bonitos y emotivos de la Semana Santa, congrega a miles de fieles y devotos de Orihuela y su Huerta. Una vez finalizada la Procesión General de Viernes Santo, a los sones de La Anunciación de la Jota (Severiano Soutullo Otero), popularmente conocida como La Diana a Nuestro Padre Jesús, la Centuria Romana da escolta hasta las puertas del Ayuntamiento al patrón popular, donde se despedirá de su pueblo. Impacta el momento previo a la despedida, en el que se hace el silencio, roto por los acordes del Himno Nacional a la vez que los costaleros alzan la imagen. Acto seguido, Nuestro Padre Jesús emprende el camino de regreso a su capilla hasta el primer Viernes de Cuaresma del siguiente año, cuando se trasladará a la Iglesia de las Santas Justa y Rufina para celebrar su novena.