Es un acólito, que llevando una vara larga o pértiga de plata, va al cuidado de los acólitos que llevan los ciriales. Él les ordena alzar o bajar los mismos; en las Funciones de Culto, se coloca entre estos, y con un simple golpe de la pértiga en el suelo, les indica cómo sostener a pulso, bajar o descansar esos mismos ciriales, así como iniciar la marcha o parar, cuando van en las Procesiones. La túnica que viste se llama ROPÓN DEL PERTIGUERO.