Desde la Diputación de Caridad y Acción Social, os informamos de las difíciles circunstancias en la que se encuentran diferentes colectivos, instituciones y familias, que llegan a nosotros a través de otros Hermanos y Parroquias o directamente a nuestra Casa Hermandad.
Como ya nos temíamos, la penosa situación global que ha seguido a la pandemia se ha tornado imposible en muchos casos, lo que ha motivado un incremento en las solicitudes de ayuda a nuestra Hermandad y que seguro irá en progresivo aumento en los próximos meses.
Personas y familias han quedado con muy escasos recursos para cubrir sus necesidades básicas, incluso desamparadas sin ingreso alguno, al perder su trabajo o sin posibilidad para encontrarlo en un mercado laboral prácticamente cerrado. Acuden solicitando ayudas para cuestiones tan básicas como comer, cubrir algún recibo de la casa, comprar unas gafas o material escolar.
Observamos, como personas mayores vuelven a ser el sostén económico de sus hijos y nietos, dándoles comida y techo; Ancianos, vulnerables y en soledad, sin posibilidad para seguir adelante sin la ayuda de otros; Parroquias, como la de Nuestra Señora de la Oliva, desbordadas ante la avalancha de peticiones de auxilio; Conventos, sin posibilidad para generar ingresos suficientes para el sostenimiento de sus comunidades, dada la escasa salida de sus productos de repostería de Navidad o sus hospederías vacías.
En definitiva, un sinfín de situaciones y acontecimientos que se nos presentan y que requieren nuestra ayuda.
Por todo ello, después de la extraordinaria respuesta que esta Hermandad dio al llamamiento urgente de nuestro Hermano Mayor en la primera oleada de la pandemia, volvemos a solicitaros vuestra contribución para la Bolsa de Caridad.
Y lo hacemos con el conocimiento de que las dificultades también afectan a muchos, a nuestros propios Hermanos, y con el convencimiento de que cada cual hará lo que pueda dentro de sus posibilidades. Toda la contribución será íntegramente destinada a la acción social que desarrolla la Hermandad.
Para mayor agilidad y facilidad, dadas las actuales restricciones, las aportaciones podrán realizarse por una de estas vías:
Estamos seguros de que en estos tiempos de oscuridad en los que el Adviento se abre paso, la Hermandad de la Vera-Cruz seguirá siendo luz y esperanza para los más pobres y necesitados.
Nos encomendamos al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y a la intermediación de su Bendita Madre María Santísima de las Tristezas, para que os cuide y ampare ante la adversidad y nos ilumine en el cumplimiento de nuestras obligaciones para con nuestros Hermanos más vulnerables.