Se funda la cofradía en Santa Catalina. La autorización para su fundación es concedida por el Cabildo Eclesiástico de la ciudad, debido a la sede vacante en ese momento.

Se realiza la magnífica talla del Crucificado por el escultor genovés Francesco María Maggio, caracterizada por su elegante y serena composición, así como por su sentido de la verticalidad. Esta obra es una de las pocas fechadas y documentadas del escultor.

27 de mayo: se aprueban nuevas reglas para la cofradía por el Obispo de Cádiz, Fray Tomás del Valle. Estas reglas son sancionadas por el Real Consejo de Castilla.

La talla del Crucificado es restaurada por Mortola.

Década de los años 40 del siglo XX (fecha sin determinar): La cofradía recibe la donación de la talla de Nuestro Padre Jesús de la Humillación. Esta imagen se incorpora a los Estatutos de la cofradía como objeto de culto y llega a procesionar durante varios años.

Se realiza la talla de San Juan, esculpida por Francisco Buiza Fernández.

Se realiza la talla de la Magdalena, también obra de Francisco Buiza Fernández.

La talla del Crucificado es restaurada por Sebastián Santos Rojas.

La talla del Crucificado es restaurada nuevamente, esta vez por José Miguel Sánchez Peña, quien añade la cruz arbórea y la inscripción INRI.

Se realiza la imagen de la Virgen de la Consolación, Madre de la Iglesia, para el misterio procesional. La talla es obra de Luis González Rey y se caracteriza por su rostro maduro, mirada alzada y manos entrelazadas.